Alitas de pollo al estilo nigeriano y la BSO para hacerlas bien

Todo el mundo sabe hacer unas alitas al horno, y vuestras abuelas seguro que hace unas súper ricas con romero y tomillo, pero no es el caso. En The Medizine sabemos que a las chicas de verdad les gusta el pollo frito , pero lo que realmente le va al pollo es el toque nigeriano, y en este artículo os enseñamos a dárselo.

En este caso utilizamos una mezcla de especias llamada suya, procedente del norte de Nigeria y extendida por todo el país y otros de África.

Antes de que quedar como incultos, sabed que es la especia que se suele echar a la carne antes de hacerla a la brasa en puestos callejeros por el país. Proviene del norte, como dijimos antes, y generalmente viene elaborada por algo parecido a maestros que no revelan sus recetas y así las exportan por todo el país y más allá.

Lo bueno que tiene es que cada suya es distinta, y cada uno la puede hacer como le dé la gana. Además, como no conoceréis a mucha gente que la haya probado, no notarán si está mejor o peor conseguida.

Hasta aquí la chapa, no va a ser todo teoría. Lo importante para que salgan bien es acompañarlas con la música adecuada, y para ello tenemos también, por supuesto, una serie de temas que traspasarán todo ese rollo a la comida.

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El mejor tema para entrar en calor. Lo importante aquí, más allá del buen rollito que pone, es aprenderse el estribillo, y decirle a tus amigos:

Eeh…You alright yeah?
Ah…How’s your mum, she good yeah?
Haa…You want food yeah?
Oh…Come to the hood yeah

Que significa:

Eeh…¿Estás bien, sí?
Ah…¿Qué tal tu madre, bien, sí?
Haa…¿Quieres comida, sí?
Ohh…Vente pa’l barrio, sí.

Ok, ahora ya podemos empezar con los ingredientes, primero para hacer la suya. Como ya dijimos antes, podéis hacer esta mezcla con las especias que os salgan del orto, pero normalmente se basan en:

• Cacahuete en polvo, harina de cacahuete o kulí kulí en polvo.
• Jengibre en polvo.
• Guindilla. Ojito con esto que pica.
• Pimienta/pimienta africana.
• Sal

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Del cacahuete y el jengibre en polvo hay que poner bastante, serán la base. La guindilla, como ya sabréis, pica como un demonio y hay que andarse con ojo, y la pimienta más de lo mismo. Por esto, estas dos especias hay que echarlas con cuidado. Digamos que por cada dos partes de guindilla corresponderían cinco de cacahuete y otras cinco de jengibre.

Lo de la harina de cacahuete es complicado. Lo ideal sería tener kulí kulí, que es cacahuete seco y frito que luego se puede triturar y por lo visto es la base de todo. También se puede triturar el cacahuete y secarlo en el horno. Es un rollo pero funciona.

Con la pimienta ocurre lo mismo, si encontráis pimienta africana chapeau, se trata de un tipo de pimienta que viene en vainas negras, con aspecto un poco como el del tamarindo. Es fácil de confundir con otras mil pimientas negras africanas, así que buscad en inglés «Black negro pepper» y mirad las fotos.

Si queréis se puede añadir una pastilla de caldo, machacada igual, pero eso ya es opcional.

El resto de ingredientes os los podéis imaginar: alitas y jamoncitos de pollo, aceite, sal y cebolla (o lo que os apetezca). En una bandeja mediana-grande cabe un kilo y medio de carne (ojo los cálculos, que el hueso pesa y no se come), y da para unas cinco personas aproximadamente.

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La preparación es muy sencilla.

1. Se juntan las especias y se mezclan con una batidora hasta que se hagan un polvo fino.
2. Se coloca el pollo en un bol y se impregna con la suya. Si no se pega bien se puede añadir un chorrito fino de aceite. Se reserva la suya que sobre, hay que cubrir el pollo pero sin pasarse.

   Pollo sazonado con suya

3. Se coloca el pollo en una bandeja de horno con algo de aceite.
4. (Opcional) Se corta una cebolla y, si se añade medio pimiento, mejor. Cortados fino.

   La bandeja lista para hornear pero sin papel de aluminio

5. Se echa un chupito de agua en la bandeja.
6. Se tapa la bandeja con papel de plata y se coloca en el horno con un vaso o bandeja de agua (al lado). Si tenéis un horno que se calienta a la temperatura que marca, esta receta no es para vosotros. Lo suyo es poner el selector del horno a 180 o 200 grados, pero depende del vuestro.
7. Se espera lo que se tenga que esperar hasta que se haga el pollo. Normalmente unos 45 minutos o algo más, dependiendo del horno.

Mientras el pollo está en el horno, cómo no, hay tiempo de poner bastantes temitas. Dependiendo de quién os acompañe podrá sonar una cosa u otra.

En general acompañará ‘Barking’ de Ramz, pero si estáis con esa persona especial, podríais probar con ‘My Lover’ de Not3s, o si estáis pasando la cuarentena con vuestros padres, mejor ponedles algo de Fela Kuti que estarán encantados.

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Lo que realmente agradecerán vuestras alitas (y vuestros oídos) es escuchar y bailar a uno de los artistas nigerianos que comenzó a triunfar en Europa (especialmente UK), cuando hace ya varios años DaVido publicó ‘Skelewu’.

Y ahí tenéis otra cosa que hacer esta cuarentena.

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Nosotros ni somos nigerianos ni somos chefs, pero llevamos a cabo esta receta en casa durante la cuarentena, porque la mejor manera de acercarse a una cultura es conociéndola desde las entrañas. Y, claro, porque sabemos que la cocina africana es un deleite absoluto y que la banda sonora para acompañarla, si se escoge bien, todavía más.

Si probáis esta receta en casa hacednos llegar vuestras fotos del resultado… Y si os marcáis algunos Thrillers/Tik-Toks en el proceso con los temazos que os hemos dejado, los queremos ver también.

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Probablemente esta música os entretenga el tiempo necesario para que el pollo se cocine. Mientras tanto podréis escuchar #LoMejorDeLaSemana, seleccionado como siempre por Jose Trives.