The MedizineThe Medizine
Opinión

‘Avida Dollars’: la explicación ontológica de C. Tangana

Por Margot Rot / 21/04/2018
‘Avida Dollars’: la explicación ontológica de C. Tangana

En octubre de 2017 C. Tangana nos dejaba ‘Ídolo’, un trabajo que no ha hecho más que suscitar malas críticas. Los que no soportaron la versatilidad musical, visual, y en definitiva artística que Tangana nos dio a conocer con temitas como ‘Bolsas’ (2015), ‘Llámame más tarde’ (2016), o el reciente super ventas de ‘Mala Mujer’ (2017), se han sumado a los que aún no han superado la ruptura de relación que Antón Álvarez hizo con su identidad artística, Crema, joven poeta. (Aunque hoy el tema da para meme todavía queda algún ofendido.)

Y peor para ellos, la verdad.

Tras la ruptura muy mal llevada por todo el panorama más clásico arraigado al rap de cuando Nach, SFDK o El Chojin, parece que aún los hay empeñados en sumar razones a la causa de su odio, pero no deberíamos preocuparnos demasiado porque estoy bastante segura de que aquellos a los que les implosiona el cerebro cada vez que C. Tangana se sale del marco y se inventa otro, son los mismos que les felicitan el cumpleaños a sus amigos diciendo ‘’ojalá no cambies nunca’’.

Y es que, decir que el público rechaza a Puchito porque su discurso es liberal, cuando la mayoría de nosotros desconocemos las implicaciones políticas del término, es caer en un análisis tan simplista como el de aquellos que le llaman hipócrita por haber cambiado de parecer con los años, algo relativamente normal, más aún si te quieres hacer rico (o en su defecto no trabajar) en un mundo y en un sistema como el nuestro.

Dolla, dolla, bill, y’all…

Estamos acostumbrados a creer que existe una especie de esencia indeterminada, inmóvil e invariable que da peso ontológico a aquello de existir materialmente en el mundo. Vamos, que no llevamos nada bien los cambios de identidad, ni de ninguna índole, y sorprendentemente aún los llevamos peor en el arte; un espacio de ficción en el que no operan las mismas circunstancias que en la vida real, gracias a Jesucristo.

En el no-lugar artístico hoy puedes ser y hacer prácticamente lo que quieras. Vía libre para teorizar, ser un chulo -o por lo menos, parecerlo- cambiar y ser lo que en otros espacios no te dejan ser. Desde luego no estamos acostumbrados a imaginar que probablemente, Antón Álvarez sea Antón Álvarez cada día ante el mundo de la institución y haya encontrado en el espacio artístico y en la ficción del personaje que ya ha declarado que es en varias ocasiones C. Tangana, la libertad de ser y de hacer lo que le da la puta gana ilimitadamente.

¡Suscríbete a The Medizine TV!

Supongo que el conflicto entre realidad y ficción que vivió Pucho es el mismo que sufrimos todos cuando, por ejemplo, se nos ofrece publicar nuestra obra, profesionalizar nuestro arte y, por fin, empezar a vivir de lo que nos mola. Al principio te preguntas: ¿cuál es el precio? Y al final te das cuenta de que tienes que enfrentarte a vender tu puta miseria, tu dolor, tus poemas, tu música, tus ilustraciones… Una movida. Ya sabéis, ficción, realidad, arte realidad, arte ficción y…

Pasta, es el término clave de nuestra serie.

Si sigues esperando a que alguien te descubra, te vas a morir de hambre y de asco siendo dependiente de alguna cadena multinacional de mierda que te quite las ganas de vivir y de crear.

Allá por 2013 el artista se retiró del escenario público para no sufrir los estragos de la fama, porque como todos sabemos, Chito era de esos que preferían esconderse detrás de las cámaras y crear. Es decir, un artista romántico. Deduzco que su decisión de exposición pública y su deseo, constantemente revelado, de convertirse a si mismo en un producto rentable, debieron venir de la mano de la iluminación del siglo: si sigues esperando a que alguien te descubra te vas a morir de hambre y de asco siendo dependiente en alguna cadena multinacional de mierda que te quite las ganas de vivir y de crear.

Esto es despertarte en 2018 y entender que la vieja idea de artista al que amar por su oscurantismo místico y enigmático no opera. Hoy lo que nos mola es ver lo que piensas en 280’ Tw.

Así que ese, señoras y señores, fue el precio del éxito. Y todavía los hay que lo llaman hipócrita porque en este país si de algo vamos sobrados es de análisis, como he dicho, simplones y zafios. Aún hay gente que cree que puedes triunfar y vivir de lo que te gusta sin pagar el jodido precio de tu privacidad por ello. Esto no es más que la situación de un sistema capitalista en donde la industria cultural lo convierte todo en entretenimiento, espectáculo y circo. Los artistas de hoy solventan el estrago acudiendo al espacio de ficción que en el arte se ofrece para seguir manteniendo ese atisbo de dignidad que el dinero nos acaba arrebatando siempre.

C. R. E. A. M., ya sabéis.

Ir de digno con respecto al tema de la pasta cuando no tienes que decidir entre vender tu dolor (tu arte) o morirte del asco currando en la barra de un bar para un señor que te trata fatal (servidora se ve en estas circunstancias verano sí y verano también) es bastante absurdo.

El trabajo de C. Tangana no es sino un fracaso personal convertido en éxito. Ojalá hubiese firmado con Sony por ‘ElesCrema’ (2006), pero la industria no funciona así y eso es algo que uno asume -acostumbrado a delegar responsabilidades en otros- cuando decide profesionalizar su arte, aunque esperamos que esta circunstancia cambie ahora que el artista ha hecho explícito lo necesario que es acceder al poder.

¡Suscríbete a The Medizine TV!

Hace mucho que Tangana dejó de hacer música para sí mismo y empezó a hacerla para los demás. Probablemente no volvamos a ver nada como «Love’s» , quizá el trabajo más infravalorado de toda su carrera y en donde sin embargo el artista expone todos sus objetivos, tanto a nivel sonoro, con un rollo completamente experimental, como a nivel conceptual en letras y portadas.

Y para el deleite de los que flipamos con todo el tracklist de aquel disco, C. Tangana no abandona ese toque experimental y creativo a todos los niveles en su nuevo álbum ‘Avida Dollars’. Incluso es algo que podemos ver en ‘Ídolo’, donde hay unas imágenes escultóricas muy precisas escogidas para cerrar todo un concepto que no deja de hablarnos sobre Arte, Éxito, Pasta y

Actuación, otro concepto imprescindible.

La diferencia entre trabajos más personales, como por ejemplo «If she don’t» (2013), en donde solo algunos pillan las referencias, y los sonidos populares que encontramos en ‘Pop Ur Pussy’ (2017), se han convertido hoy en la síntesis perfecta entre estilo personal y super-venta, básicamente el poder hacer lo que te dé la puta gana sin que los señores de la multi te molesten demasiado, algo que el público recibe en forma de: hoy todos podemos bailar sus temitas en la disco mas cool de la ciudad.

Todo eso sin dejar de hablar de lo jodido que está, que, por si no os habíais dado cuenta, es de lo que va ‘Ídolo’, y en realidad es el tema imperante tanto en el principio de su carrera como en sus últimos trabajos. Pero claro, antes no era rico. Y ahora hay droga, droga, sexo y dinero. Ah, y más droga.

«Blanca y pura en mi nariz, otra vez…»

Ojalá yo comercializando tan de puta madre el tener un pie en la depre y otro en la tumba. ‘Ídolo’ es un escaparate de la postmodernidad más inocua, ego y derrota, como decían en no sé qué medio de prensa rancio sobre los jóvenes de hoy.

Pucho llama a todo esto «performance«, porque sería imposible decir cualquier cosa no inscrita en un ámbito de ficción, en un ámbito artístico en donde uno expone la verdad en términos probablemente mucho más libres de los que acostumbramos a ver en la rial life. La conclusión es clara: uno no se hace rico a base de escribir poemas y esperar a que alguien lo descubra como autor de una obra insólita, uno se hace rico a base de ser un G en las RRSS, y uno se hace mejor a base de cambiar -que es un poco lo que viene siendo crecer-.

Nunca digas nunca babe, porque en esta vida nadie sabe. Hoy eres rapero y mañana haces reggaetón y dime tú que nos vamos a poner prejuiciosos y elitistas con la música cuando acontecemos al tiempo del pvnk. Todo vale y lo único que importa es ser buena peña.

No se trata de defender a un artista subsumido a las garras de una multinacional en la que, como dejó claro Yung Beef en su entrevista para ELBLOQUETV , solo hay viejos y abogados. Se trata de entender lo difícil que es hacerse un hueco en una industria marchita que hasta hace un par de años se pensaba que éramos todos unos ninis, yonkis sin carrera universitaria, y hacerlo con suficiente carácter como para no marcarse un Brisa Fenoy.

Uuuu… No es nada fácil, está claro.

Es bastante triste que haya sido el propio artista el que ha tenido que explicar el sentido unívoco de toda su obra, como nos hizo saber en la entrevista que nos ofreció Ernesto Castro (que podéis ver un poco más arriba), y aún más triste es que tenga que justificar su trabajo con el título del nuevo disco, aunque a C. Tangana todos los fracasos le vienen que ni pintaos para seguir ahondando en la cuestión del éxito, la pasta y en que, aunque todos somos horribles siempre nos quedará la música .

Con ‘Avida Dollars’ deja claro por fin su punto político, aunque ya venía dejándose ver en temitas como ‘Inditex’ (2017), o en aserciones tan contundentes como las que representan todos los medios viejos del país -«yo no creo en la democracia representativa’’-, y es que los valores de la izquierda que se supone que han de estar inscritos en la cultura de la calle ya no le representan, porque no operan con el tipo de sistema en el que estamos instalados (aunque esto que se lo cuenten al Nega, que siempre se ha escondido detrás de unas Ray-Ban, y todo eso de que tus valores personales y laborales pueden ser uno y el mismo es prácticamente imposible).

‘Avida Dollars’ sigue siendo la historia de un fracaso, aunque esta vez nos cuente que los ricos también sufren, y a él lo pillas ‘Llorando en la limo’ en vez de en el transporte público, porque el tiempo pone a ‘Cada uno en su lugar’, ahora ya con mil ceros en la cuenta, y sin andar en números rojos.

Con todo, C. Tangana no olvida de dónde viene y nos recuerda que ‘Still Rapping’ pero con miras más amplias. Su vídeo, que parece la demo de un GTA, hace obvio su deseo de expansión internacional y sobremanera con vistas al continente latinoamericano. Ninguna sorpresa si tenemos en cuenta que sigue muy atento los pasos de Drake o Kanye West, y no solo en el tema audiovisual, si no también en el publicitario.

Bitch, he’s still rappin’, still rappin’

Parece que Tangana quiere ser la Kim de España y hacerse a sí mismo como a un dios -con un tatu en el pecho que diga Cristo-.

En definitiva, ‘Avida Dollars’ es la justificación temática de un ‘Ídolo’ que parece no se entendió, o como poco que se malinterpretó. Todos pensamos que se había vuelto puto loco y que en vez de cerebro tenía medio millón dándole riego al body, pero al artista le ha servido el punto mal parado de su último trabajo para sacarse diez canciones en las que contar que siempre lo quiso todo, que quiere más y que no va a dejar que nadie se interponga en su camino -ni siquiera una multinacional partícipe de un sistema que nos tiene a todos bastante jodidos-. Quién sabe, quizá algún día podamos verlo de boss abriéndole el camino a chavalitas y chavalitos más jóvenes.

Eso sí, C. Tangana, si de verdad quieres cambiar las cosas desde el poder, vas a tener que ponerte al día con lo de ser un cisheterazo, que no vale solo con reconocerlo. Como bien apuntas, hay que actuar.