Quién es Ice Cube: una de las caras más visibles de la costa oeste

Sabemos que es raro que todavía gente que se pregunte quién es Ice Cube (nacido como O’Shea Jackson en 1969), ya que sencillamente tiene uno de los rostros más conocidos de la historia del rap, y lo es porque se ha dedicado a lo largo de su vida a muchas otras cosas, especialmente a la actuación.

Tanto es así, que el rapper ha participado en más de treinta películas (e incluso es propietario de Cube Visión, su propia productora de cine) pero, y aun así, siempre será una figura histórica del hip-hop por encima de todas las cosas.

Cube comenzó su carrera en solitario y pronto entró a formar parte de los legendarios N.W.A. junto a Dr. Dre, Eazy-E y el resto de icónicos integrantes de «la banda más peligrosa del mundo».

El sitio de Jackson era el de escritor de la mayoría de letras y su figura era mucho más política y socialmente comprometida que el resto, cosa que mantuvo en algunos de sus álbumes posteriores.

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Y es que cuando Cube abandonó al grupo debido a desacuerdos con sus pagos de royalties no solo tuvo disparos verbales contra los miembros de su antigua banda, sino también para una sociedad y unos políticos racistas y clasistas que les impedían desarrollarse como personas.

Así fueron «AmeriKKKa’s Most Wanted» (1990), ‘Death Certificate’ (1991) y sobre todo el sobresaliente ‘The Predator’ (1992). Este último es probablemente el mejor disco de su dilatada carrera musical.

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Cube encontró un compendio perfecto entre el beef, su compromiso social, el estilo de vida gangsta y el día a día en Los Ángeles que rápidamente lo convirtió en una de las máximas estrellas del rap mundial.

Cuando John Singleton lo llamó para su celebrada película «Los chicos del barrio» (y Cube comenzó también una longeva carrera en el cine) su status no hizo sino crecer y crecer.

Y tanta fue su pasión por el cine -aunque reconocemos que el artista nunca va a ganar un Óscar de la Academia- que llegó a tener un parón de cinco años sin álbumes entre su «lethal Injection» (1993) y la primera parte de «War & Peace» (1998).

Tras sus dos notables partes de «War & Peace», el artista ha seguido sacando LP’s y siempre ha tenido cosas que decir en lo musical y en lo social, pero de algún modo su fama como celebrity en toda regla ya ha eclipsado su carrera en lo sonoro.

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Tampoco podemos olvidar sus discos con ‘Westside Connection’ (junto a W.C. y Mack Ten), un producto de la época en que los tres emcees aprovechaban el odio emergente entre costas (auspiciados por medios como The Source que hicieron su agosto) para hacer algo de dinero.

La cuestión es que -cine y negocios baloncestísticos aparte- Cube sigue en forma a pesar de no ser ya un chaval. Su «Everythang’s Corrupt» de 2018 confirmaba que el artista aun tiene mucho que decir en lo musical y que mantenía su equilibrio entre sonido west coast puro y duro y mensaje incómodo para ciertas capas de la sociedad.

Sea como sea, Ice Cube forma parte de la historia del hip-hop y es uno de los mejores rappers de todos los tiempos. Aunque haya dedicado gran parte de su carrera a otros menesteres, su sitio en el podio del hip-hop es inamovible y no parece que eso vaya a cambiar.