«Winning Time»: la serie que los fans de Los Ángeles Lakers necesitaban

Si hablamos de equipos icónicos de la NBA, hay uno que se nos viene a la cabeza antes que el resto: Los Ángeles Lakers. Y no solo porque en él hayan jugado leyendas como Magic Johnson, Kobe Bryant, LeBron James, Kareem-Abdul Jabbar, Shaquille O’Neal, Jerry West o Wilt Chamberlain, sino porque además es el equipo «oficial» del estado más rico y popular del mundo: California.

Quizás por ello el equipo amarillo y morado tiene auténticos fans en todo el mundo. Desde Jack Nicholson (el Spike Lee de los Lakers) a personas anónimas de todo el globo que siguen a los «lacustres» en cada partido desde hace décadas, casi como si fuera una religión. Es lo que tienen las grandes instituciones, y los Lakers son una y a nivel global.

De ese modo, era cuestión de tiempo que una de las grandes plataformas produjera una serie contando el desarrollo, apogeo y explosión de uno de los clubes deportivos más conocidos de todos los tiempos. Esa serie ha llegado de la mano de HBO Max y se llama «Winning Time: The Rise of the Lakers Dinasty».

Creada y dirigida por el cada vez mejor Adam McKay (y eso que comenzó con comedias burdas) y protagonizada por John C. Reilly, Will Fourth, Rachel Wilson, Sean Patrick Small, Quincy Isaiah o Mike Epps, la serie engancha desde el principio. Y es que su perfecto acabado llama la atención desde el primer minuto, aunque también todo lo demás.

Dar a reproducir «Tiempo de victoria: La dinastía de los Lakers» (tal como se llama en España y en algunos países de Latinoamérica) es como viajar en el DeLorean al pasado. El grano de la imagen, los planos, los zooms, el vestuario, las localizaciones: todo parece perfecto, tanto que casi nos olvidamos de que es una serie producida y estrenada en 2022.

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Pero no solo se trata del aspecto, en tono de dramedia, la serie de diez capítulos nos cuenta los negocios, los trapicheos de los despachos, los fichajes, los flirteos y todo lo que podemos imaginar y mucho más sobre cómo se gestiona un club de altísimo nivel. Por supuesto, no se olvida de los temas más difíciles, como la noticia de que Earvin «Magic» Johnson acabó contagiado con VIH.

Quizás por todo eso, «Winning Time» es mucho más que una serie para seguidores del deporte del baloncesto. Es casi un viaje perfecto a los ochenta y los noventa, en un producto perfecto en el que casi nos olvidamos de que estamos ante una ficción. Exacto: deberías correr a verla.